El fosfato dihidrógeno de amonio (ADP) se destaca como un ingrediente de calidad alimentaria de calidad superior, reconocido por su pureza excepcional y su estricto cumplimiento de las normas de seguridad. Esta sustancia, que puede presentarse en forma de cristal incoloro o polvo cristalino blanco, no tiene sabor y demuestra una estabilidad notable, con una pérdida mínima de amoníaco en el aire. El ADP se caracteriza por su eficiente solubilidad, ya que se disuelve en aproximadamente 2,5 ml de agua por gramo y forma una solución acuosa ácida con un pH de 4,2 para una concentración de 0,2 mol/l. Presenta una ligera solubilidad en etanol y es insoluble en acetona, con un punto de fusión de 190 °C y una densidad de 1,08. La versatilidad del ADP es evidente en su amplio espectro de aplicaciones, desde la mejora de los perfiles nutricionales y la gestión de los niveles de pH hasta el refuerzo de los protocolos de seguridad en diversos entornos.
Solicitud: 1) Industria alimentaria: actúa como un agente leudante fundamental en productos horneados, mejorando significativamente la textura y el volumen. También funciona como regulador de la masa, ofreciendo una calidad constante en la cocción. 2) Bebidas y alimentos procesados: Actúa como regulador de la acidez, refinando los perfiles de sabor y extendiendo la vida útil del producto. 3) Alimento animal: Utilizado como aditivo nutricional, el ADP promueve la salud y la productividad del ganado. 4) Agricultura: Como fertilizante de alta eficiencia, favorece el crecimiento y el rendimiento de los cultivos, resultando esencial para el éxito agrícola. 5) Seguridad industrial: Empleado como retardante de llama, el ADP desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de los protocolos de seguridad en diversos entornos. 6) Elaboración de cerveza y fermentación: mejora los procesos de fermentación en la elaboración de cerveza, actuando como agente de fermentación y alimento de levadura, garantizando así resultados de fermentación óptimos.